¿ Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo ?
Estos fueron los argumentos que me dio el comercial de la compañÃa tras emitir la primera póliza y recibirla como documento PDF adjunto en un e-mail.
El e-mail venÃa con el texto siguiente ( corto y pego ) :
Hola Angel,
Adjunto póliza solicitada, precisaré me hagas llegar por esta misma vÃa copia debidamente firmada por el cliente en todas sus hojas.
Un saludo,
La respuesta que me dio fue como consecuencia de solicitarle que me enviara las pólizas en papel, no por tenerlas y guárdalas en papel – yo también las archivo digitalmente- , sà para asegurar, o por lo menos intentar, que el asegurado las devolviera firmadas.
Qué el cliente tenga que imprimir, en este caso, 23 páginas, firmarlas, escanearlas y devolverlas firmadas, se me antoja complicado y el riesgo de no tener las pólizas debidamente firmadas lo asume la aseguradora, más cuando se trata de seguros de carácter voluntario (en este caso se trataba de responsabilidad civil profesional); en un seguro como el de automóvil que está perfectamente reglamentado por ley y reglamento podrÃa entender esta práctica ( ojo ¡!! solo el obligatorio )
Cuando les insistes en este riesgo, y vuelven con el mismo argumento original al que suman la obligación del asegurado de devolverlas firmadas, entras en una partida de frontón sin fin en el que para acabar dices “se las enviaré al clienteâ€.
Sin embargo, insistà en que en lo sucesivo me las enviará en papel, ya que yo no pretendÃa imprimirlas y dudaba que el asegurado lo hiciera. Me dijo que lo consultarÃa.
Con la segunda póliza ocurrió exactamente lo mismo.
Ante mi queja, empezaron a aparecer las razones reales, sino únicas sà prioritarias, de la digitalización en el envÃo de pólizas. Tras la consulta en su central le habÃan dicho que las pólizas tenÃan primas muy bajas, y que, con cierta carga de reproche e intentándome hacer sentir mal – a mi o al asegurado-, parecÃa mentira que por dos euros que podrÃa costar imprimir las 23 páginas estuviéramos creando un problema donde no debÃa haberlo.
Amor igual a digitalización, eficiencia, no papel, …
Sexo igual a coste
En esta ocasión el problema resultó no serlo ( al 50 % ), les arrastré los e-mail de la aseguradora a los clientes y uno de ellos, disciplinado, las imprimió, firmó y me las devolvió por e-mail, del segundo no he tenido respuesta. La era digital está aquà y con ella sus bondades y riesgos.
Ãngel Somalo Vilana
Corredor de Seguros
Profesor del Departamento de Dirección de Empresas de la Universidad de Valencia.
Facultad de Económicas.
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